La homologación, el trámite que todas las automotrices tienen que cumplir para comercializar un nuevo modelo en la Argentina, no podrá demorar más de dos meses. Así lo estableció por decreto el Gobierno, al definir los pasos para obtener la Licencia de Configuración de Modelo (la conocida LCM) y la nueva Licencia de Configuración Ambiental (LCA).
La LCM es el habitual permiso para patentar y vender un nuevo modelo de vehículo en la Argentina. La LCA es el flamante trámite que exigirá a las marcas superar una prueba de emisiones de gases contaminantes y consumo energético, que hasta ahora no se exigía en nuestro mercado.
Tanto la LCM como la LCA son trámites comunes en otros países. La peculiaridad de la Argentina es el tiempo que demoraba la LCM: en promedio, nueve meses. Algunas terminales radicadas en el país habían logrado tramitar el permiso en apenas dos meses, pero fue sólo para modelos de producción nacional.
El récord burocrático lo padeció Renault Argentina. Tardó más de 24 meses en completar la homologación de la Kangoo Z.E. (eléctrica) y, cuando lo completó, en Francia cambiaron el modelo y tuvieron que volver a comenzar el trámite. La comercialización de la Kangoo Z.E. se anunció a mediados de 2014 y aún no fue lanzada a la venta (leer más).
El nuevo decreto del Gobierno (descargar abajo) establece que las LCM y LCA deben tramitarse al mismo tiempo. Y el expediente no debe demorar más de 40 o 50 días en completarse. La normativa indica que, de esta manera, una automotriz deberá iniciar el proceso apenas 60 días antes de lanzar un nuevo modelo a la venta.
Hoy ese tiempo de planificación lleva casi un año. Es uno de los motivos por los cuales los nuevos modelos globales tardan tanto tiempo en llegar al mercado argentino.
En países vecinos, como Chile, el trámite de homologación demora apenas dos semanas. En Uruguay, es apenas un papeleo que se completa cuando el nuevo modelo llega al puerto. La autorización se emite en el momento del desembarco del vehículo.
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