Texto y fotos de Rodrigo Freyre
Hola, soy Rodrigo Freyre. Tal vez me recuerden de notas com "Transformación total de mi 86" o "El auto que se destacó en el track day" En los siguientes párrafos van a leer lo vivido en el dia de ayer, en el Track 86 Day.
El evento se llevó a cabo en el Autódromo de Buenos Aires. La invitación formal llegó de Toyota Argentina, para usuarios de la coupé 86. Participamos unos 17 autos, en forma gratuita.
Al llegar, nos encontramos entre viejos conocidos de los track days corrientes y otros principiantes. Recibí varias felicitaciones por el auto (incluso me han llegado a decir "¡vos sos el famoso Rodrigo!", bueno, no te agrandes).
Recibí también la grata sorpresa de que se haya apersonado el presidente de Toyota Argentina: “Hola, soy Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina. Vine especialmente a conocer tu Toyota 86”. Luego de brindarle una breve explicación técnica de cómo potencié el motor y algunas aceleraditas, me pregunté si estaba feliz con el auto. Mi respuesta fue clara: "¡Ahora sí!"
Mas allá de la presencia de los invitados, se encontraban en exhibición varias unidades de Toyota 86 tuneadas con partes TRD.
Toyota Racing Development es la división de accesorios de performance, que se está lanzando en breve a la venta en la Argentina. Las 86 exhibidas tenían modificaciones en su aerodinámica, el chasis, los frenos, los escapes y otros detalles.
En los boxes también había una pequeña exhibición de clásicos de Toyota. Se destacaba un Celica Turbo 4WD, en buen estado de conservación. También tuvimos la oportunidad de acercarnos a ver el asombroso Lexus RC-F (leer más), que nos regaló unas aceleraditas inolvidables de su motor V8 atmosférico.
El evento continuó con una charla técnica, brindada por el mismísimo Ernesto "Tito" Bessone, quien sería el conductor de nuestro pace car, a bordo de la 86 más modificada con partes TRD.
Luego de aclarar que ya tenían contratados a los pilotos para 2018 (para que no nos hiciéramos los "bananas"), salimos hacia calle de boxes. La presión comenzó cuando el grupo de usuarios 86 boys comenzó a exclamar que el único que le podía dar pelea a Tito Bessone era yo (uf!).
Más allá de tener mi auto modificado y alguna experiencia en tracks days, había llegado el momento de comparar a un piloto de verdad con alguien que va a sacarse las ganas de acelerar (o sea, yo).
El primer inconveniente comenzó cuando anunciaron que el circuito sería el Número 9. ¿El nueve? Pará, pará, ¿cual es el nueve? Yo solo hice el 6... "¡Dale que salís!"
Adelante mío iba Tito, atrás unas seis 86 más. Al principio, crei que iba a ser un reconocimiento lento del circuito (yo, chocho), pero en la punta no había una Carmelita Descalza... "¡acelera!"
La “técnica” era: "Listo, lo sigo a Tito y le tomo las referencias" (sobre todo en las primeras curvas, que jamás transité). Ahí note que no sólo no era una vuelta de reconocimiento: se me estaba alejando.
Lo único a lo que pude atinar fue a seguirlo y calentar un poco las gomas y los frenos.
Primera vuelta cumplida y voy pegadito atrás. Ya noto que deja de ser un pace car convencional y entra a las curvas frenando adentro (práctica no recomendable). Lo mío, hasta ese momento, era sólo seguirlo. ¡Pero me sobraba auto!
Segunda vuelta y salimos de la horquilla, otra vez pegados. Se alinea la recta y dije "¡lo paso, que se enojen, nomás!" Luces mediantes, consigo superarlo y conseguir un momento de felicidad: “Alguien que sabe usar una amoladora y corrió algunos track days lo pasó a Tito Bessone".
Hasta ahí, todo bien. Pero llegó la curva 1, esa curva que no conozco, no tengo ni referencia de frenado y no había nadie adelante.
¡En que te metiste!
Bajé la velocidad, ya que es una curva de doble radio, pero pensé “estás solo, Rodrigo, en esta estás sólo". Me abrí para ganar radio de giro, transité por un sector diferente y el auto comenzó a hacer una especie de "sapito". Me obligó a levantar más. Tito se me escabulló sin dudar por la derecha y tomó la punta nuevamente. Seguí con la persecución hasta Ascari y lo alcancé en los mixtos. Para la altura del Cajón me daba para pasarlo, pero no arriesgué a entrar pegado al Tobogán.
Salí pegado en la Horquilla nuevamente y en la recta lo pasé: sí, otra vez. El ego comienza a crecer. El gran mito de piloto vs amateur comienza a destruirse.
Claro, hasta que llega nuevamente la curva numero 1, ¡uy Dios! Intento tomarla mejor, pero no hay caso, se me viene Tito. Lo tapo. Sigo por Ascari a pleno y me alejo un poco. Pero en la frenada de los mixtos, lo pierdo de los espejos... ¡desapareció! Cuando me tiro a entrar a la derecha me pasa con dos ruedas sobre el pasto, estirando la frenada y entra delante mío. ¡Zorro!
Y así seguimos, algunas vueltas más.
Al meter el auto a boxes, recibí varias felicitaciones de parte de la gente de Toyota, acerca de mi desempeño en pista frente a un verdadero profesional. Se acercó Tito levantándome el pulgar. Y dije: "Bueno, al menos no se enojó". Me acerqué a saludarlo y me dijo: “Pasa que venía con copiloto, viste lo que es el lastre, y en esa que salí trabado me pasaste”
¡Un genio!
Luego de tener una charla con el piloto, pasamos al box que nos tenían preparado, para darnos a conocer la novedad del evento, que era la venta de partes TRD en Argentina. Más allá del marketing y el evento publicitario es excelente la oportunidad de poder acceder a partes de alto rendimiento creadas por Toyota Racing Development. No sólo por evitar a los importa-bandistas, que traen todo tipo de piezas, si no que pueden ser instaladas en concesionario y con garantía. Claramente no sería mi caso: no dejo que nadie toque mi auto. Pero sí, es bueno para la mayoría de los usuarios.
R.F.
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Fue un evento exclusivo para 17 propietarios de la Toyota 86.
Toyota Racing Development es el catálogo de tuning oficial para la coupé japonesa.