La semana pasada publicamos en Autoblog un informe con estadísticas exclusivas del mercado automotor argentino: las ventas de autos con caja automática crecieron ocho veces en la última década (ver nota).

Junto con esas estadísticas, provistas por lo concesionarios, Autoblog accedió a otras cifras interesantes, aunque con una curva diametralmente opuesta: en la última década, las ventas de autos de pasajeros con motores diesel se redujeron sólo a la quinta parte.

En 2007, el 20,73% de los autos de pasajeros patentados en la Argentina tenían motores gasoleros. Diez años después, en lo que va del 2017 esa participación se redujo a sólo el 3,83%.

Este declive no se advierte entre los vehículos comerciales livianos y pesados: los gasoleros siempre fueron mayoría abrumadora en esos segmentos, aunque se advierte un avance de los motores nafteros en los últimos años.

Esto último ocurre desde la aparición de comerciales livianos que también tienen usos familiares y recreativos, como las Ram 1500 y Renault Duster Oroch. Entre los pesados, en cambio, apenas se patentaron cinco nafteros (contra 217 mil diesel) en la última década.

¿Pero por qué se derrumbaron las ventas de autos diesel en la Argentina? Como en muchos cosas de la vida, no hay una sola explicación: son varias.

La caída comenzó a comienzos de milenio, cuando se eliminaron subsidios al gasoil y desapareció la histórica brecha que existía entre el valor de la nafta y el diesel en la Argentina.

A eso se sumó un problema técnico: la calidad del diesel argentino no acompañó de manera pareja la llegada de motores turbodiesel de última tecnología. Los problemas mecánicos que sufrieron muchos usuarios espantaron a casi todas las marcas del mercado diesel, debido a que tuvieron que respaldar con garantías de fábricas los problemas surgidos por el uso de combustibles de mala calidad.

El golpe de gracia lo terminó por dar el aumento del intercambio y de las equivalencias con Brasil. En el país vecino, está prohibida por ley la venta de autos de pasajeros diesel. Sólo los utilitarios y las SUV con doble tracción pueden utilizar este combustible. Hay muchos proyectos que impulsan la eliminación de esta traba en Brasil, pero hasta ahora ninguno se concretó.

De este modo, los autos gasoleros producidos en el Mercosur perdieron clientes, perdieron competitividad y quedaron limitados en la oferta para el consumidor argentino.

Como puede verse, los motivos del declive de los gasoleros en la Argentina tiene poco que ver con la crisis que atraviesan estos combustibles hoy en Europa, donde el escándalo del dieselgate y las restricciones que anunciaron varios gobiernos para este tipo de impulsores parecen haberlos condenado a la extinción.

En este contexto desfavorable, la única excepción en nuestro mercado es el Grupo PSA, el único que sigue apostando a ofrecer autos turbodiesel con precios accesibles en la Argentina. La estrategia no está errada: si bien la demanda cayó muchísimo, todavía hay un público que compra este tipo de motorizaciones, por los beneficios conocidos de mayor autonomía.

Ese es el motivo por el cual, los autos de pasajeros diesel más baratos de nuestro mercados pertenezcan hoy todos a PSA: la Citroën Berlingo Multiespace (332.500 pesos), el Peugeot 301 (332.900 pesos), el Citroën C-Elysée (355.000 pesos), la Peugeot Partner Patagónica (359.400 pesos), el Peugeot 408 HDi (421.100 pesos), el Peugeot 308 HDi (439.400 pesos) y el Citroën C4 Lounge HDi (444.000 pesos).

Retroceso gasolero *
2007: 20,73%
2008: 15,69%
2009: 10,21%
2010: 7,42%
2011: 4,82%
2012: 3,87%
2013: 4,46%
2014: 3,77%
2015: 2,22%
2016: 3,83%
2017: 3,83% (hasta julio)

  • Participación de autos de pasajeros con motorización diesel en las ventas de 0KM en el mercado argentino.

    ***

    El mercado de autos diesel se redujo a sólo la quinta parte en la última década argentina
    Patentamientos de autos de pasajeros nafteros y diesel en la Argentina. Cifras de 2017 hasta julio.

    * Ilustración de portada derivada de un aviso de Mercedes-Benz publicado en Europa, año 2002.

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