Desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica) - Los sudafricanos les dicen "bakkie". Es el equivalente a nuestro folclórico "chata": una manera familiar y cariñosa de referirse a las pick-ups.

Mercedes-Benz tiene una larga tradición de presencia en Sudáfrica. Desde hace décadas, acá opera la fábrica que produce los Clase C que se venden en buena parte del mundo (incluyendo a la Argentina). Y el país también es uno de los mercados donde más pick-ups medianas se venden en todo el mundo: Toyota, Nissan, Ford, Mitsubishi, Isuzu, Chevrolet y Volkswagen. Las calles y rutas de Sudáfrica están llenas de "bakkies".

Por eso, Mercedes-Benz eligió este país para realizar la presentación internacional de su nueva chata: la Clase X.

Después de haber mostrado el año pasado los concept cars en Suecia (que se exhibieron también en el Salón de Buenos Aires), el martes pasado se mostró por primera vez la versión de producción y se conocieron sus detalles técnicos (ver nota).

El segundo día del evento de presentación se realizó en una bodega de las afueras de Cape Town. Allí se hizo una explicación técnica de la pick-up y también un co-driving. Es decir: no pudimos manejarla, pero nos llevaron a pasear en el asiento del acompañante.

La demostración se realizó en la pista privada del Museo de Anthonij Rupert (ver nota) y en un recorrido off-road, especialmente creado para este evento.

Todas las versiones en las que se llevó a pasear a la prensa tenían el mismo nivel de equipamiento Progressive. Es el intermedio y es el que promete ser el más vendido. Todas las unidades tenían el motor 2.3 bi-turbodiesel con 190 cv y 450 Nm, ya conocido de la Nissan NP300 Frontier. La transmisión también era Nissan: caja manual de seis velocidades o automática de siete marchas, con doble tracción desconectable y reductora. Hasta la perilla para conectar las 4WD-H y 4WD-L es la misma de la Frontier.

Pero ese es uno de los pocos componentes que no cambió Mercedes-Benz en el interior de la Clase X. La cabina es uno de los puntos más destacados de esta pick-up. La versión Progressive está revestida con plásticos duros, pero de muy buena calidad. Otra cosa que llama la atención es la cantidad de componentes que recuerdan a los autos compactos y medianos de Mercedes-Benz: desde el volante hasta las salidas redondas de la ventilación, pasando por la gran pantalla multimedia flotante de 8,4 pulgadas y el comando Touchpad junto a la palanca de cambios.

Mercedes-Benz también rediseñó los asientos, que son más confortables que los de Nissan, sobre todo en las plazas traseras: el secreto fue elevar un poco el ángulo de la base del asiento, para lograr un poco más de inclinación en el respaldo.

Por fuera, no hay dudas de que es una pick-up Mercedes-Benz, aunque soy uno de los tantos que esperaba un poco más.

Sucede que todos tenemos muy frescos en la memoria a los espectaculares concepts que se exhibieron en el Salón de Buenos Aires. Es sabido que muchas soluciones de los concepts no son aplicables a la producción en serie (por costos, pero también por cuestiones de homologación), pero en Mercedes-Benz cometieron el desliz de utilizar los mismos colores para presentar a los concepts y a las versiones de calle. La comparación fue inevitable.

Fue un golpe de realidad. La misma diferencia entre la foto de la hamburguesa del cartel publicitario y la que te entregan en bandeja, sobre el mostrador.

De todos modos, todavía hay que esperara para ver a las Clase X configuradas para el mercado argentino. Por ejemplo, estos ejemplares fabricados en España son un poco más largos que los que se producirán en Córdoba. Son 5.340 milímetros contra 5.268 mm, que tendrá la Clase X argentina.

Otra diferencia será el despeje del suelo: 200 mm para la Clase X española y 220 para la cordobesa.

Además, las unidades exhibidas en Sudáfrica no tenían muchos de los rasgos estéticos que estamos acostumbrados a ver en nuestras pick-ups: a algunas les faltaban las barras de San Antonio sobre la caja (se veían despojadas), no tenían el rack sobre el techo (se veían petisas) y los neumáticos eran bien lisos, de calle (parecían muy urbanas).

Las Progressive en las que viajamos durante el co-driving contaban con algunos de estos accesorios, pero carecían de otros detalles típico de las chatas modernas argentinas: cromados por todas partes.

El paseo por la pista de Sudáfrica tuvo menos de media hora de duración. Y comenzó sobre el asfalto.

Nico, mi piloto sudafricano, me preguntó si quería prefería un paseo "light" o "hardcore". "Flat-out, please", le respondí. Y sonrió.

Puso en marcha el motor y lo primero que llamó la atención fue la insonorización del habitáculo. El motor de la NP300 Frontier es uno de los más ruidosos del segmento, sobre todo cuando arranca en frío, pero en la Clase X el rumor desapareció casi por completo. Mercedes-Benz hizo un trabajo a conciencia en la inosonorización del vano motor y en la cabina. Se nota mucho.

Nico encaró por el circuito privado y comenzó tomando curvas a 80/90 km/h. Todo bien.

Después aumentó el ritmo a 110/120 km/h y entró en una zona de conos, con maniobras de esquive bien agresivas. Mercedes-Benz hizo varios cambios en el chasis de Nissan (ver nota aparte) y en la práctica eso se aprecia en un menor rolido de la carrocería (siempre en comparación con la Frontier). De todos modos, me quedé con la impresión de que no llega a igualar el desempeño de la mejor pick-up sobre asfalto: la VW Amarok.

Después encaramos una trepada bien pronunciada. Estaba seca y tenía una base de ladrillos de cemento. Aunque no creo que fuese necesario, Nico conectó la doble tracción y la reductora.

Por supuesto -lo ensayaron miles de veces-, la Clase X trepó sin problemas. Pero lo que me gustó fue ver cómo funciona en esta situación el sistema de cámaras con visión de 360 grados (el mismo de las SUVs más caras de Mercedes-Benz).

Me explico: cuando trepás una pendiente muy pronunciada, el principal problema es la visibilidad. Por el parabrisas, lo único que ves es el cielo. Perdés toda referencia del camino. Y, por lo tanto, la solución lógica es sacar medio cuerpo por la ventanilla, para ver dónde están pisando las ruedas.

La cámara 360 resuelve todo eso. Hasta ahora pensaba que era una linda solución techie para estacionar más fácil. Pero es una ayuda comodísima para el manejo off-road.

Después siguió una prueba de vadeo. Una vez más, por supuesto, la Clase X superó el obstáculo de agua -ensayado hasta el hartazgo- sin problemas. Sin embargo, lo interesante acá son los valores declarados por la marca: 600 milímetros. Son 100 más que la Amarok, pero 200 menos que las Toyota Hilux y Ford Ranger.

A continuación, otro clásico de las presentaciones off-road: el cruce de ejes. Consiste en una serie de obstáculos con desniveles, donde siempre suele quedar una rueda en el aire. La idea es percibir cómo trabaja el chasis y cómo responde el bloqueo de diferencial. Hubiera sido interesante hacer esta prueba con algunos cientos de kilos de carga sobre la caja, para llevar un poco más al límite el conjunto, pero estaba vacía.

La prueba sobre barro fue simbólica. Apenas unos charquitos. Pensé en Jacinto Campos y en todos los chacareros argentinos que están pasando un invierno muy lluvioso, con caminos destrozados, pero recordé los neumáticos lisos de asfalto de esta Clase X y decidí no pensar más. La elección de neumáticos -que logren un buen compromiso en asfalto y off-road- será un punto clave en la configuración de la Clase X para el mercado argentino.

Muchas marcas suelen equivocarse ahí y arruinan todo el trabajo de ingeniería en diferenciales y sistemas de tracción sólo por no elegir los neumáticos correctos. Lo comprobamos el año pasado en la Crítica4x4x4.

Mercedes-Benz ya confirmó que la Clase X vendrá de serie con neumáticos de uso mixto para nuestro mercado, aunque todavía no se definió quién será el proveedor.

La última parte del recorrido fue la más divertida: un trazado veloz de ripio y tierra, muy parecido a un tramo de rally.

Nico repitió "flat-out" para sí mismo y aceleró a fondo. La Clase X es bien dócil y la suspensión se destaca una vez más. Se nota que la dirección responde muy bien y lo que sorprenden son los frenos: al tener discos en las cuatro ruedas de serie, la Clase X se suma a una sana tendencia ya iniciada por las Foton Tunland (leer crítica) y VW Amarok V6 (leer crítica). Los frenos a tambor tienen un mantenimiento más económico, no hay dudas, pero la seguridad que aportan los discos está fuera de toda discusión.

Por supuesto, cuando se terminó el recorrido, me quedé con ganas de un poco más. Con ganas de andar en la Clase X V6. Y, desde ya, con ganas de manejar. Todavía falta un poco para eso: el primer test drive internacional -en el que Autoblog ya tiene asegurado un lugar- se realizará en octubre próximo, en un lugar a determinar de Sudamérica (que no será Argentina).

Y habrá que esperar hasta enero de 2019, para poder conocer a las Clase X fabricadas en Córdoba y configuradas para nuestro mercado.

Entonces, ¿por qué Mercedes-Benz dedica tanto esfuerzo para mostrar un producto cuando todavía falta tanto tiempo? Por empezar, este fue un lanzamiento internacional, con unidades fabricadas en España: el mercado europeo ya tendrá la Clase X a la venta desde fin de año.

Además, Mercedes-Benz no tenía presencia en este segmento. Recién está desembarcando ahora. La marca se está tomando todo este tiempo para que se entere el mundo entero. Además, no tiene que proteger la vigencia de un producto actualmente en producción. Toyota, Ford y Chevrolet, por ejemplo, se cuidan muy bien a la hora de hablar de cambios, mejoras y nuevas generaciones de sus Hilux, Ranger y S10. Tienen que cuidar las ventas del modelo actualmente en producción. Mercedes-Benz, en cambio, no tiene este problema y por eso viene develando a la Clase X en capítulos -lentos y pausados-, pero bien planeados.

Al mismo tiempo, la marca ya está trabajando en la Argentina con los que sabe que serán los primeros que apostarán por la Clase X: los clientes de flota. Las empresas que ya utilizan camiones y utilitarios Mercedes-Benz, hasta ahora compraban pick-ups de otras marcas -Toyota, en primer lugar-.

Es a ellos a quienes Mercedes-Benz ya está seduciendo con planes para unificar sus flotas de vehículos bajo una misma marca, con los beneficios de mantenimiento, atención personalizada y suministro de repuestos que esto implica.

¿Y el usuario común? Todavía hay tiempo para conquistarlo. Por eso, aún no se muestra la configuración estética o de equipamiento para el mercado local.

En Mercedes-Benz saben que esos usuarios buscarán las variantes más equipadas. Habrá que ver si la marca cumple con la promesa de ofrecer "precios competitivos, sin salirse de la media del mercado de pick-ups medianas".

La Clase X 350d 4Matic, por ejemplo, tendrá un V6 3.0 turbodiesel con 258 caballos. Será la pick-up mediana más potente del mercado. Y tendrá un precio "apenas por encima de la Amarok V6", según trascendió en Sudáfrica.

El sueño de muchos de tener una "chata de Mercedes" -bien potente y con la Estrella en la trompa- será otro de los argumentos de venta.

Lo sé muy bien. No veo la hora de manejarla.

C.C.

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Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
El co-driving se realizó en la pista privada del coleccionista sudafricano de autos, Anthonij Rupert.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
Todas las Clase X en las que paseó la prensa eran X 250d 4Matic, con el motor 2.3 bi-turbodiesel de Nissan.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
El nivel de equipamiento era Progressive, con plásticos duros, pero con muchos componentes de otros autos de Mercedes-Benz.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
El comportamiento dinámico está por encima de la Nissan: la carrocería rola muy poco.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
Una rampa seca y de cemento no es un problema para ninguna pick-up moderna.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
Pero la cámara de 180 y 360 grados es de gran ayuda cuando lo único que ves por el parabrisas es el cielo.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
Prueba de cruce de ejes, para ver cómo torsiona el chasis y cómo trabaja el bloqueo de diferencial trasero.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
Las pruebas se hicieron con la caja de carga vacía. Así siempre es más fácil.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
En Europa, la Clase X se venderá con cúpula como accesorio original de la marca.

Un paseo veloz en la Mercedes-Benz Clase X
¿Cuándo podremos manejar por fin la Clase X? Octubre en Sudamérica. Paciencia.

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VIDEO: Mercedes-Benz Clase X - Co-driving en Sudáfrica

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VIDEO: Mercedes-Benz Clase X - Comercial

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