Prida Hot Rod, un conocido taller artesanal de Glew, dejó de lado por un rato los V8 americanos y presentó una creación inédita: el Chery QQ Buggy. Es un simpático chinito saltadunas, con motor 1.1 16v de 68 caballos, caja de cinco velocidades y tracción delantera.
La ventaja con respecto a otros buggies es que, al partir de la base del QQ, esta artesanía tiene capacidad para cuatro pasajeros. Pesa menos de 800 kilos y está equipado con neumáticos Duro off-road.
Por su puesto, el vehículo no está homologado para circular por las calles. Como ocurre con los cuatriciclos y otros ATVs, está pensado sólo para los médanos.
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