El Innocenti De Tomaso fue bastante popular en Italia, donde se fabricó entre 1974 y 1982. Y es toda una rareza en la Argentina. Es la interpretación italiana de un citycar divertido de manejar. Y un pequeño clásico, ya en nuestros días.
Nació como la versión italiana del Mini inglés. Fue desarrollado en la época en que el fabricante de scooters Innocenti era propiedad de la inglesa British Leyland. Para diferenciarlo del diseño icónico de Sir Alec Issigonis, Innocenti le encargó el diseño de la carrocería a un especialista italiano: el estudio Bertone.
El pequeño citadino mide apenas 3,12 metros de largo y pesa 730 kilos. Comenzó utilizando los mismos motores del Mini, pero pronto comenzó a recibir los impulsores japoneses de Daihatsu.
Esto fue en la época en que Innocenti fue adquirida por un empresario argentino radicado en Italia, Alejandro De Tomaso (leer historia). Por aquellos años, De Tomaso era un poderoso industrial asociado con Ford (su deportivo Pantera tenía un V8 de Detroit) y había comprado varias marcas italianas en crisis, como Maserati, Moto Guzzi y la propia Innocenti, entre otras.
Así nació el Innocenti De Tomaso, que llegó a tener una versión deportiva Turbo. Tenía tres cilindros, un litro de cilindrada y 72 caballos de potencia. Aquél motor Daihatsu era muy caro de importar desde Japón, pero De Tomaso decía que la inversión valía la pena: “Se rompen menos que los motores ingleses y hay menos reclamos de garantía”.
Los Innocenti De Tomaso eran autos para la ciudad, pero con fama de ser muy ágiles y divertidos de conducir. Livianos, estables, algo incómodos y con la mágica palabra “Turbo” como emblema.
Innocenti cayó en desgracia cuando todo el Grupo De Tomaso entró en crisis. A pedido del Estado italiano, y para evitar el despido de cientos de trabajadores, Fiat asumió el control de la marca en 1990. Innocenti produjo versiones de modelos de Fiat para exportar a Sudamérica, hasta que la marca dejó de existir por completo en 1996.
Las fotos que se publican acá fueron tomadas por GTX, paparazzo de Autoblog, en San Fernando, provincia de Buenos Aires.
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El Mini italiano.
Y que llegó a tener motores japoneses.