Hace poco más de dos meses ,recuerdo haber recibido un correo de C.C. donde el asunto del mismo incluía nombres que me despertaban, al mismo tiempo, entusiasmo y miedo. Unos días después me metía por primera vez en mi vida a girar en un autódromo, arriba de una moto, y no se trataba de cualquier moto. Fue con una MV Agusta. En el Gálvez (leer nota).

MV Agusta tiene una historia tremenda en el mundo de las motos y las pistas. Desde su aparición en 1945, Domenico Agusta se enfocó en las carreras para hacer un nombre de su marca y así fue cómo logró batir récords que persisten hasta el día de hoy.

Entre 1952 y 1973, la marca consiguió 63 títulos mundiales, juntando todas las categorías en las que compitió, destacándose entre ellos los 15 campeonatos del mundo obtenidos por Giacomo Agostini, en las categorías de 350 cc y 500 cc.

Con la muerte de Domenico, la empresa comenzó a atravesar dificultades y para 1975 había dejado de producir motocicletas. Luego de 30 años de éxitos, la marca dejaba de existir.

Varios años después, en 1992, el Grupo Castiglioni -dueños de Cagiva- compró los derechos del nombre MV Agusta y de la mano de Massimo Tamburini, una leyenda del diseño de motos, volvió a ser protagonista en el mundo de las dos ruedas, principalmente con dos diseños: la F4 y la Brutale.

Dos meses después de haberla conocido en Autódromo de Buenos Aires, la Brutale 800 hace su ingreso en el garage de Autoblog, para que podamos convivir con ella durante una semana.

Con su motor tre pistoni, sus 116 caballos de potencia y su sonido que hace disparar más de una alarma, en los pocos metros que recorrimos ya nos enseñó el significado de una palabra: bruxismo.

La crítica completa se publicará la semana que viene.

M.A.

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En el garage de Autoblog: MV Agusta Brutale 800
La MV Agusta Brutale 800 cuesta 27.500 dólares.

En el garage de Autoblog: MV Agusta Brutale 800
La crítica completa se publicará la semana que viene.

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