A los 57 años, Carlos Ceniceros, un técnico electrónico de San Fernando, decidió cumplir el sueño de su vida: fabricar su propio auto eléctrico casero. Así nació el EcoCar, un minúsculo prototipo artesanal que, de paso, estableció un récord no buscado por su creador: con 1,70 metros de largo, el EcoCar se convirtió en el auto más chiquito de la Argentina.
Para formarse una idea, 170 centímetros es todo un metro menos que un Smart ForTwo y 60 centímetros menos que un Isetta. Es realmente minúsculo. El EcoCar quedó a sólo 43 centímetros de igualar el récord Guinness del auto más pequeño del mundo: el Peel P50.
Pero, como se dijo, esto fue algo que no buscaba Ceniceros a la hora de crear su auto. Las dimensiones tan compactas surgieron de la base estructural y mecánica que utilizó: dos motos eléctricas chinas Lucky Lion, unidas por un chasis de acero, con carrocería en aluminio.
“Hace años que quería fabricar este auto, pero recién ahora tuve a mano la tecnología para poder encarar la construcción de manera casera”, explicó Ceniceros, en diálogo con Autoblog.
El EcoCar comenzó a fabricarlo en su casa, en junio pasado, y lo terminó en septiembre. Desde entonces, lleva 6.800 kilómetros recorridos en calles y avenidas.
El auto no está patentado. Ni homologado. En la Argentina, ni siquiera existe una categoría para registrarlo.
“La policía me paró muchas veces, pero sólo para sacarle fotos al auto y hacerme preguntas. Igual, no puedo ir muy rápido: los motores están limitados a una velocidad máxima de 35 km/h. Las Lucky Lion tampoco están homologadas ni se pueden patentar, pero se venden igual”, se justifica Ceniceros.
Este técnico electrónico lleva invertidos 60 mil pesos en su EcoCar: “Vendí mi Ford Fiesta para poder hacerlo. Así que hoy es mi invento, pero también mi único medio de transporte”.
Cada rueda trasera tiene un motor eléctrico de un caballo de fuerza. Se alimentan con diez baterías de plomo estacionarias, de 20 amperes cada una. La autonomía es de 60 kilómetros. Y la recarga completa demora ocho horas.
En su minúsculo habitáculo hay espacio para dos pasajeros. Tiene un volante, dos velocímetros (uno para cada motor) y hasta un puerto para cargar el teléfono celular, que utiliza como GPS.
-¿Y ahora qué sigue? ¿Habrá más EcoCar, planea ponerlos a la venta?
-Naah, lo hice sólo para divertirme.
C.C.
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VIDEO: Así funciona el EcoCar