El fin de semana se celebró el Salón de Retromobile, en París. Y allí se subastó uno de los autos más caros de la historia: una Ferrari 335 S Spider Scaglietti de 1957, que alcanzó un precio de venta de 32.075.200 euros. En su momento se informó que el auto había sido comprado por orden de “un coleccionista anónimo internacional”.
Según un comunicado difundido ayer por la firma de inversiones Proto Organization, perteneciente al empresario italiano Alessandro Proto, ese coleccionista sería el argentino Lionel Messi.
Pero ahí no se termina la historia. En la puja por quedarse con el auto, Messi habría superado a su archirrival Cristiano Ronaldo, quien también habría estado interesado en el auto. La lucha de ofertas corrió por cuenta de especialistas contratados por los dos jugadores del Barcelona y Real Madrid. Fue una carrera que arrancó en 20 millones de euros y terminó superando los 32.
Messi no confirmó ni desmintió la versión, pero en su cuenta de Instagram ironizó sobre el revuelo que generó la supuesta compra de la Ferrari (ver abajo). En Estados Unidos, la cadena CNBC informó que el comprador del auto fue otro: el coleccionista norteamericano Brian Ross (ver abajo).
Esta 335 S Spider Scaglietti fue conducida por pilotos como Stirling Moss, Peter Collins, Maurice Trintignant y Mike Hawthorn. Su mejor resultado en competición fue un segundo puesto en la Mille Miglia de 1957. Y logró el primer récord de vuelta cronometrado en las 24 Horas de Le Mans de ese año, a una velocidad media de 203 km/h.
No es la primera vez que Alessandro Proto, millonario italiano de 39 años, difunde el nombre del comprador de una subasta millonaria. Ya lo hizo con Cristiano Ronaldo, cuando le compró a Donald Trump un lujoso hotel en Montecarlo por 140 millones de euros. "La discreción no es su punto fuerte Proto y así lo demostró en varias ocasiones", señaló el diario deportivo español As.
La noticia no fue confirmada ni desmentida por el entorno de Messi, quien ayer fue sometido a una operación quirúrgica para eliminar cálculos renales. Lio se recupera satisfactoriamente en su casa, donde se sabe que guarda una importante colección de autos deportivos, donde no faltan modelos de Ferrari, Porsche y Maserati. Sin embargo, esta sería la primera vez que adquiere un auto clásico de colección.
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