El vicepresidente de Hyundai Motor Argentina, Ernesto Cavicchioli (foto), fue el primer directivo de una automotriz que opinó sobre las nuevas medidas económicas del Gobierno (ver nota).

En la siguiente entrevista con Autoblog, el ejecutivo que importa vehículos de la marca coreana analiza cómo afectó el fin del cepo a las listas de precios, cómo será la operatoria tras la liberación de la importación y qué expectativas tiene con el anuncio del bono para importadores. Además, su opinión sobre qué debería hacer Mauricio Macri con los impuestos internos.

-¿Que balance hace del fin del cepo cambiario y de cómo afectó al mercado automotor argentino en los últimos años?
-Me parece que es una noticia muy positiva, un gran paso hacia adelante. Si bien como importadores nos sirve un tipo de cambio más bajo, al no estar la posibilidad de adquirir los dólares -como pasó con el cepo- preferimos pagar un tipo de cambio real que nos permita acceder a los dólares en tiempo y forma para evitar inconvenientes y poder trabajar tranquilos. La situación de los últimos cinco años fue difícil, y crítica durante 2014 y 2015, ya que no se cumplieron los cupos asignados y se generó una deuda con el exterior.

-¿De qué manera se modificaron las listas de precios de Hyundai con la nueva cotización del dólar?
-Al comercializar un producto importado, nuestra lista de precios está expresada en dólares convertidos a pesos al tipo de cambio vigente. Eso es lo que refleja siempre la lista de precios sugeridos al público (ver lista oficial de Hyundai Motor Argentina). El impacto es aún mayor en los autos que pagan el impuesto interno, ya que se suma el efecto del impuesto y el nuevo tipo de cambio.

-¿Cómo cree que evolucionarán los precios de los autos con estas medidas?
-Considero que en el caso de los productos importados los precios se actualizarán al nuevo tipo de cambio en el corto plazo. En el caso de la producción local hay que ver qué porcentaje del precio está dado por el insumo importado. Pero esa pregunta la debería contestar un fabricante local.

-¿Qué efecto tendrá el fin del cupo a la importación?
-El fin del cupo es la vuelta a la normalidad. Es volver a funcionar como el 99% de los países del mundo. No debería ser una gran noticia, pero hoy lo es debido a que se abandona un régimen restrictivo y arbitrario que estuvo vigente mucho tiempo y en nuestro caso generó muchos problemas. El efecto esperado sería que haya más oferta, que generará más competencia y esto será beneficioso para todo el mercado, ya que los consumidores podrán volver a tener el poder de elegir qué, cómo, dónde, cuánto y a quién comprar. Para las marcas será volver a trabajar intensamente, para ofrecer la mejor propuesta posible con el fin de que nos elijan.

-¿Estos cambios modifican los planes de lanzamiento de la marca para el 2016?
-En nuestro caso hay que ver qué pasa con el impuesto interno que sigue vigente. De ser suspendido podríamos decir que volveríamos a una situación de normalidad, lo que implica el restablecimiento de comercialización de productos afectados por el mismo. En nuestro caso pensamos lanzar Creta (foto de arriba) y New Tucson a mediados de año y H350 en el último trimestre de 2016. Los nuevos lanzamientos implican inversiones, por lo que tienen un impacto positivo para la economía.

-¿Ustedes tienen deuda con la casa matriz? ¿Ya tienen detalles del bono que anunció el Gobierno para cancelar esas deudas?
-Sí, tenemos deuda. Y es deuda de autos que no sólo importamos, sino que también vendimos a la red a un tipo de cambio promedio de cerca de 9,5 pesos por dólar. No tenemos detalles de las condiciones de aceptación de dicho bono, pero sería bueno que se reconozca en su total o en parte esa diferencia para la compra del bono. Cuando se tuvo que pagar la deuda vencida contábamos con los pesos necesarios, pero el Banco Central no nos permitió girar, lo que ocasionó la deuda e intereses punitorios por la misma. También provocó la caída de líneas de crédito, el encarecimiento del mismo y muchos otros efectos colaterales, entre ellos, una baja en los pedidos y las ventas.

-¿Qué expectativas tienen con respecto a los impuestos internos?
-Es un tema en el que se debe estar trabajando luego de haber resuelto los temas más macro. Con un dólar unificado y de equilibrio, su permanencia es sumamente distorsiva. El impuesto interno generó muchas complicaciones y no trajo beneficio alguno. Hasta permitió que los autos no alcanzados subieran de precio por no tener competidores en la escala superior. Se recaudó mucho menos que cuando no estaba y provocó cierre de salones de ventas y despidos. Los dólares que pudieron haberse ahorrado son insignificantes contra los que se perdieron por tantas otras vías. Y encima, con la última modificación discriminatoria, se convirtió en algo ilegal, ya que no se puede discriminar entre nacional e importado sobre un bien que ya esta nacionalizado y por el que se pagaron los derechos de importación correspondientes, lo que genera un frente de conflicto con la normativa internacional por violar el principio de trato nacional, que es uno de los principios constitutivos de la Organización Mundial de Comercio.

-¿Y qué debería hacerse entonces con este impuesto interno?
-Mi opinión personal es que hay que volver a la normalidad, es decir, su suspensión para el año 2016. La gran masa de modelos afectados pagarán el nuevo tipo de cambio y tienen un arancel de importación del 35,5%, que hace que aporten muchos pesos para las arcas del estado. Además, contribuirán a mejorar la balanza fiscal que ahora si parece ser importante para la nueva administración. Son modelos que no compiten con la producción local, sino que la complementan, por lo que no ponen en riesgo ni un solo puesto de trabajo. Al contrario: los generan en las redes de comercialización y servicios exclusivas de las marcas que los venden. Yo siempre digo que un mercado con más marcas y más modelos es mejor para la economía del país y contribuye a mejorar la calidad de vida de los argentinos.

Entrevista de C.C.

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