El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay (foto), anunció el fin del cepo cambiario con tres medidas complementarias que tendrán un impacto inmediato en el mercado automotor argentino.

La primera es que el precio de los autos ya no se regirá por el valor del dólar oficial (a 9,80 pesos, según cerró al cambio de hoy informado por el Banco Nación), sino que pasará a medirse por la nueva cotización libre y unificada de la divisa estadounidense. Las estimaciones del mercado ubican a esta devaluación en torno a los 15 pesos por dólar, pero la verdad se sabrá cuando abran las mesas de cambio.

Esto tendrá un impacto inmediato en el valor en pesos de los autos importados y de los nacionales con alto componente de piezas extranjeras, aunque –tal como admitieron en las últimas horas los concesionarios- son varios los agencieros que estiman que el mercado ya se había anticipado a esta devaluación. Desde Acara se animaron incluso a afirmar que no debería haber grandes variaciones en los valores de los 0KM (ver nota).

La segunda medida trascendental para el mercado automotor es la eliminación del cupo para importar. En los últimos tres años, las automotrices debían pedir autorización al Banco Central para importar un embarque de vehículos por un valor total superior a los 500 mil dólares. En los últimos meses, ese trámite se endureció, obligando a pedir autorización por importaciones superiores a los 50 mil dólares.

Además, desde el Ministerio de Industria se fue apretando el corset de los importadores, imponiéndoles año tras año un cupo cada vez más pequeño de unidades que podían ingresar al país. Esa restricción también se eliminó hoy.

"El que quiera importar, o exportar, o comprar dólares, lo va a poder hacer, nadie lo va a perseguir", aseguró Prat-Gay.

La tercera medida con impacto para el sector automotor fue el anuncio de la emisión de un bono en dólares, que podrá ser utilizado por las empresas que hayan contraído deudas en dólares con sus casas matrices en los últimos años, a raíz de la falta de disponibilidad de divisas. El sector automotor es uno de los más afectados, con un déficit con sus casas centrales que rondaría los 3.200 millones de dólares, siempre debido al cepo al dólar que finalizó hoy.

Por otro lado, con la devaluación cobra fuerza la intención del Gobierno de eliminar los impuestos internos a los autos (ver nota). El actual decreto vence el próximo 31 de diciembre. La nueva cotización libre del dólar evitaría distorsiones como las ocurridas en 2013, cuando la gran disparidad entre el dólar oficial y el paralelo desató una fuerte demanda de autos importados, lo cual llevó a una fuga de divisas y a la elaboración del plan para imponer el actual impuestazo.

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