Por un lado, impuestos, inflación y dificultades para acceder a divisas. Por el otro, optimismo y planes de inversión. Los directivos de las automotrices radicadas en la región coinciden en que la crisis actual del mercado argentino se podría solucionar con correcciones puntuales de rumbo. Pero advierten que la caída podría profundizarse si no se realizan cambios en 2015.

Durante la última semana, Autoblog entrevistó en Brasil y Argentina a algunos de los principales directivos de las automotrices locales. En el Salón de San Pablo y en entrevistas personales en Buenos Aires, los ejecutivos accedieron a responder a las mismas tres preguntas sobre el 2014, el 2015 y los cambios que avizoran con un nuevo Gobierno.

* Pregunta 1: El mercado automotor argentino terminará el 2014 con una baja en los patentamientos de casi el 30%. En su opinión, ¿cuáles fueron las causas de esta caída?

* Pregunta 2: Teniendo en cuenta el contexto del 2014, ¿cómo cree que será el 2015?

* Pregunta 3: El año que viene habrá elecciones presidenciales en la Argentina. ¿Qué le pediría a los candidatos para que el mercado automotor recupere los niveles de años anteriores?

Las respuestas completas se reproducen a continuación.

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ISELA COSTANTINI, presidenta de General Motors Argentina y Uruguay

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. Teniendo un mercado de un millón de autos, como fue el año pasado, la pregunta que uno se tiene que hacer es si ese es un número real para la Argentina. Yo no creo que el mercado real de Argentina sea de un millón de autos, creo que lo que pasó el año pasado no fue un número real, así que una caída de un 30% en ese contexto no es tan fuerte como se podría pensar. Un mercado de 700 mil autos en Argentina sigue siendo un número muy grande e importante. Por supuesto, todos quisiéramos fabricar, vender e importar más autos. Creo que la caída principal se debe a que el Gobierno, a comienzos del año, nos recortó las importaciones. En enero tuvimos un recorte del 27,5% de exportaciones. Fue un problema nuestro porque estábamos deficitarios, pero nos pusimos a trabajar con esas nuevas reglas. Nuestra participación en el mercado cayó fuerte en la primera mitad del año porque no teníamos productos. No podíamos importar autos y la red se quedó sin inventario.
2. Hoy estamos pensando qué va a pasar el mes que viene, así que el imaginar el 2015 es como pensar en el largo plazo. Dependerá mucho de lo que ocurra con Brasil y con las reservas del Banco Central para habilitar importaciones, porque la demanda de autos se mantiene firme en Argentina. Creo que vamos a tener que entender de cuántos dólares vamos a disponer para poder saber cómo vamos a encarar el 2015.
3. Hay que tener estabilidad y previsibilidad, para poder permitir que el mercado se desenvuelva de manera libre. Creo que tiene que haber reglas claras y sería bueno conocerlas de antemano, que se mantengan a lo largo del tiempo. El tema de reservas creo que es muy importante, para que el Gobierno tenga un poco de tranquilidad para planificar cómo quiere estimular cada industria. Es enorme el desafío que el Gobierno tiene por delante y yo no sé si la industria automotriz deba ser la prioridad para el actual Gobierno y para el próximo. Creo que habrá muchas prioridades también por delante.

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CARLOS GOMES, presidente de PSA Peugeot Citroën América Latina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. El mercado argentino va a tener una caída muy importante en 2014. No hacemos un análisis puntual, pero hay un conjunto de fenómenos en el mercado que hicieron que el mercado se haya reducido fuertemente.
2. En el 2015 esperamos que el Gobierno pueda arreglar el tema rápidamente para que podamos volver a disfrutar de un mercado del mismo tipo que tuvimos en el pasado.
3. Les diría que miren con cariño al automóvil.

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JORGE PORTUGAL, vicepresidente de Ventas y Marketing de VW Argentina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. En enero se dio un quiebre en el mercado con la aceleración en la variación del tipo de cambio. Esa devaluación generó un aumento en el precio de los vehículos automáticamente y provocó una retracción del mercado, que a final del año terminará con unas 680 mil unidades patentadas, de las 950 mil que se habían registrado el año anterior. El 2013 fue un récord histórico, aunque de todos modos somos varios los que creemos que 680 mil unidades habla de un buen mercado, sobre todo si se puede sostener en el tiempo y eventualmente crecer en el futuro. Este crecimiento es fundamental para el sostenimiento de las terminales automotrices y de su red de concesionarios, que han hecho inversiones para un mercado en torno al millón de unidades. Al mismo tiempo, la industria también se resintió por la caída de la demanda en Brasil, lo cual sumó también una tensión externa a la situación del sector.
2. En el 2015 imaginamos que el ritmo de ventas se mantendrá similar a lo que fue el segundo semestre del 2014. Esto nos da para fines del año que viene un estimado de 630 mil unidades patentadas, porque le quitamos el efecto del arrastre de 2013 que se vio en enero y febrero de este año. Hay algunas dudas acerca de si continuará el Plan ProCreAuto, del cual hacemos una buena evaluación. Nos ayudó mucho con las ventas de la Suran en esta segunda parte del año. Nos genera preocupación también la permanencia del impuesto interno sin la actualización del mínimo imponible. Este impuesto afectó de manera especial a nuestra marca Audi, que tuvo caídas en los patentamientos cercanas al 90%. Si bien la marca está siendo sostenida al pertenecer al Grupo VW, de no haber cambios en ese sentido la preocupación comenzará a ser por la red de concesionarios Audi.
3. En el 2013 hubo una situación donde el poder de compra de los salarios era muy ventajosa con respecto al precio de los autos. Esa ecuación se perdió en buena parte en 2014, así que ese sería un primer punto: recuperar el nivel de compra de los salarios. Por otro lado, siempre hay que trabajar para incentivar el acceso al crédito y eso se relaciona con las tasas de interés que maneja el mercado. Hoy sabemos que las tasas están muy altas.

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JOACHIM MAIER, presidente de Mercedes-Benz Argentina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. Lo que impactó muy fuerte en el mercado fueron los impuestos internos. En el caso de Mercedes-Benz, nuestras ventas de autos de pasajeros cayeron casi 90%. A eso siguieron la devaluación y la inflación, que también impactaron en las ventas de autos. Y en lo que hace a la oferta de vehículos, también influyó la falta de disponibilidad de dólares para las automotrices.
2. La falta de dólares para las automotrices se hizo sentir más en este segundo semestre del año. Si ese efecto continúa en el 2015, vamos a tener una retracción de la oferta y faltarán vehículos. En términos generales, pienso que mucha gente hoy tiene preocupaciones más importantes que comprar un nuevo vehículo. Las preocupaciones de la gente en la calle son la inflación, el impuesto a las ganancias, muchos temas que impactan en el bolsillo de la población y que afectan el mercado de vehículos.
3. Creo que el mercado necesita ser liberalizado y ser más ágil en la resolución de toda la burocracia que se implementó en torno de la industria automotriz. Todo el negocio se hizo muy complicado. Falta un poco de clima de negocios para que este mercado crezca otra vez. La industria, obviamente, necesita invertir y lanzar nuevos modelos para que en el mercado también haya un clima de demanda. Falta un ambiente y un contexto más positivo.

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JOSÉ LUIS VALLS, presidente de Nissan para América Latina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. Las causas son muchas. No me gusta cuestionar las razones ni los porqués. Yo asumo las realidades y actúo en consecuencia. Creo que el potencial del mercado argentino es de un millón de unidades. Puede ser un millón en un año o en cinco años, pero es un mercado muy importante. Nuestro objetivo es ser líderes en Latinoamérica y para eso tenemos que jugar fuerte en la Argentina, con las reglas del país, las reglas del Mercosur y las de la región.
2. Creo que el sector privado y el sector público deberían alinearse en un punto bien claro: reglas consistentes y con permanencia en el tiempo. En base a esa línea uno puede apostar con inversiones de largo plazo. Las inversiones en este año no se montan de un año para el otro, son proyectos importantes que tienen 20 y 30 años de planificación. Si las reglas de juego mantienen consistencia es más factible que el sector privado pueda lograr un alineamiento con las expectativas del sector público. Me parece algo fundamental para el desarrollo de un país.
3. Reglas claras. Las reglas claras generan empleo y convierten a un país en atractivo para el sector privado. Si hay un buen diálogo de confianza y transparencia, el sector privado va a apostar. Yo soy optimista por naturaleza y creo en el potencial que tiene la Argentina. Creo que si el país mantiene coherencia y un camino claro, creo que vamos a tener un futuro prometedor. Es mi humilde opinión, no sólo como directivo de una empresa, sino también como argentino.

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DANIEL HERRERO, presidente de Toyota Argentina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. Mi análisis es que creo que hubo un problema de oferta de vehículos, basado en un desequilibrio de la balanza comercial. Las restricciones por no tener balanzas equilibradas imposibilitó importar autos que hubiesen concretado el volumen de demanda que hay en el mercado. Por eso, creo que este volumen del 2014, que será de 650 mil a 700 mil unidades patentadas, para mí representa un piso. Si la Argentina lograse volver a tener los dólares para importar, creo que en el futuro los números volverían a subir. Pero creo que es una coyuntura del momento, con una restricción a la que nos tenemos que adaptar, porque es una necesidad que va más allá de las propias empresas. En el caso nuestro, por un tema de proyecto sustentable, nosotros siempre hemos buscado balanzas equilibradas, porque eso nos evita problemas de tipo de cambio o de una recesión en algún país de Latinoamérica, porque podemos salir a buscar otro mercado y seguir trabajando. Creo que la situación es de corto plazo y en el futuro se va a solucionar.
2. El 2015 va a ser un año con un mercado más o menos igual. En el caso nuestro, no vamos a cambiar nada. Estamos tratando de terminar la planta lo más rápido posible para ponerla en marcha y comenzar a exportar un poquito más. Una vez que comencemos a producir 140 mil unidades, el adicional logrado de 45 mil unidades serán puramente para exportación. Y eso nos va a permitir otros productos a la gama en la Argentina. Todo el mercado latinoamericano se mantiene con una fuerte demanda de pick-ups. Un ejemplo claro es Brasil, donde bajan las ventas de autos, pero suben las de pick-ups. Bolivia está comprando ambulancias de Hilux 4x4, Perú tiene proyectos mineros en altura y está comprando Hilux, así que sabemos que la demanda será un poquito mayor.
3. Creo que tenemos que trabajar todos juntos: el Gobierno, los sindicatos y las empresas para que la cadena de valor sea cada vez más fuerte. Yo lo que pediría son reglas de juego claras y una previsibilidad que sea compatible con la industria automotriz. Para hacer un auto, se demandan tres años de proyecto. Y ese auto tiene un ciclo productivo de diez años. Para eso necesitamos reglas de largo plazo para crecer de manera seria y sustentable en toda la cadena de valor. Yo no sirvo como terminal automotriz si no tengo un proveedor y concesionarios fuertes. Si trabajamos todos juntos en fortalecer la cadena de valor, no tengo dudas de que podremos ser exitosos.

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DIEGO VIGNATI, director de Fiat Chrysler Automobiles Latinoamérica

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. El principal motivo es el cambio en las reglas de juego de la política económica en la Argentina, que afectó a la demanda y a la oferta de vehículos. Hoy no tenemos certeza sobre la cantidad de vehículos que vamos a poder importar ni si vamos a tener los dólares para poder pagarlos. Eso, sumado a la incertidumbre que se generó en el mercado a raíz de la inflación, hizo que mucha gente que antes podía comprar un auto al contado o financiado, hoy se detenga a pensarlo tres veces. Ajustando esas dos o tres cosas que mencioné, Argentina tiene el potencial para recuperar el mercado de los más de 900 mil autos que tuvimos en el 2013. Algunos dicen que ese fue mercado inflado por distintos motivos, pero que en condiciones normales debería ser totalmente sustentable.
2. Es difícil pronosticar, porque no sabemos cómo estará la situación económica, en qué estado estará el comercio exterior y cómo seguirán las restricciones para comprar dólares. En el grupo Fiat Chrysler Argentina hoy estamos trabajando con estimaciones de mercado que rondan los 600 mil autos patentados en 2015. Pero va a depender de muchos factores que hoy no sabemos exactamente cómo van a evolucionar.
3. Fundamentalmente, pediría una mayor previsibilidad en las reglas de juego, que se combata la inflación y que se normalice la situación de comercio exterior en la Argentina. Creo que con eso habría un shock de confianza y el país volvería a ser atractivo para recibir inversiones, que es lo que hoy necesitamos. No son cosas demasiado complicadas de entender y, personalmente, pienso que los principales candidatos a presidentes más o menos coinciden en que se debería volver a cierta previsibilidad en las políticas económicas. Por eso mismo, para el mediano plazo, soy muy optimista con el futuro de la Argentina.

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ERNESTO CAVICCHIOLI, vicepresidente de Hyundai Motor Argentina

Encuesta: ¿Qué le piden las automotrices al próximo presidente argentino?

1. Más que del mercado en general, hablaría de nuestra marca. La principal causa de la caída en las ventas de Hyundai en el 2014 fue el impuesto interno. También identificaría como causas secundarias a los permisos para las importaciones y a la disponibilidad de dólares. Pero el golpe más importante que tuvimos fue el impuesto interno, que hizo que los autos no fueran competitivos, los sacó del mercado, porque los precios se duplicaron. Eso nos obligó a comercializar una amplia gama de modelos sólo para discapacitados y para los habitantes de Tierra del Fuego, para quienes no rigen los impuestos internos. Después identificaría a otros factores de la crisis, como falta de financiación, tasas de interés elevadas, inflación y problemas con la importación. En este contexto, es importante aclarar que no está habiendo problemas con la importación de repuestos. No existen problemas de falta de divisas para la compra de repuestos. Así que la gente no se tiene que preocupar de que porque compre un importado va a tener un problema de repuestos, porque ese problema no existió.
2. El 2015 lo vemos como un año complejo, aunque siempre fuimos muy optimistas. Pero la tradición de nuestra empresa es seguir yendo para adelante y, en función de las variables, vamos a tratar de traer la mayor cantidad de autos posibles, focalizándonos especialmente en aquellos que puedan quedar por debajo del impuesto interno. Los problemas creo que seguirán siendo los mismos: la falta de dólares, los permisos para la importación y los impuestos internos, aunque todos esperamos un cambio en la base imponible para fin del 2014, de manera que nos permita reflotar ciertos segmentos del mercado.
3. A los candidatos les pediría un poco de sentido común y que piensen en los consumidores. Creo que se necesita un abanico amplio de productos, para que haya competencia por ofrecer mejor calidad, seguridad y precio. Eso se logra sólo con competencia. No se consigue con ninguna ley ni por la fuerza. Entre las marcas nos conocemos bien y nos matamos por ser competitivos. Un mercado competitivo garantiza también mucha producción local, porque para los fabricantes siempre hay importantes beneficios, mientras que los importados seguirán teniendo las barreras de entrada de siempre: un arancel de importación muy alto, como el actual. Creo que un mercado sano debe tener producción local, producción regional e importación extrazona. Con esos tres grupos se puede hacer un buen mercado. No hay que caer en un discurso fácil de decir nacional versus importado. Los autos argentinos no son 100% nacionales. Y los autos importados no son sinónimo de algo negativo o de llevarse las divisas del país. El auto importado es una referencia de precio, una referencia de calidad y una referencia de seguridad. El que lo quiera tener, siempre lo tendrá a un precio más caro, porque ya están las barreras arancelarias. Pero sin importados no hay competencia y se vuelve a la década de los ’80: tecnologías obsoletas con precios siderales. Y eso no le sirve a nadie.

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Entrevistas: Carlos Cristófalo
Agradecimiento: Alicia Ryzewski (Adefa) y todos los responsables de Comunicación de las marcas encuestadas.

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