En las grandes urbes es muy común que uno vaya manejando por la autopista a velocidad constante, y de pronto se encuentre con que el tráfico se detiene por completo. De un momento a otro se circula a paso de hombre, o incluso peor, ya que por lo menos el hombre mantiene un ritmo mientras camina. En cambio en estos casos nos encotramos avanzando y frenando constantemente.

Una eternidad de tiempo para avanzar un par de kilómetros hasta que llegamos al punto donde se originó el problema. En algunas ocasiones se trata de accidentes, unas veces graves y otras no, pero muchas los motivos son otros, como un automóvil detenido en el medio de la autopista por algún desperfecto técnico.

Cuesta entender por qué suceden estas cosas, pero la detención de un vehículo no solo impacta a aquellos que vienen detrás, sino también a los carriles próximos. Y estos a los demás. En cuestión de segundos, la detención de un solo vehículo, como piezas de dominó, tiene impacto sobre todos los que vienen detrás y el tránsito colapsa.

Comienza el caos. Y restablecer el orden y el flujo normal del tránsito no es fácil. Con el pasar de los minutos, y muchas veces horas, el servicio de auxilio y emergencia de las autopistas acuden no solo a remover el o los vehículos involucrados en el problema, sino también realizar la señalización correspondiente para que los conductores comiencen a desviarse hacia los carriles que están operativos.

El problema de esto es que demora mucho tiempo, y la mayoría de la señalización incluye el área cercana al accidente. Pero la zona de influencia es mucho mayor, y los conductores no reciben ningún tipo de información o instrucciones a seguir. Siguen avanzando como la hacienda en el toril.

La realidad demuestra que en un embotellamiento, las fuentes de información son la radio o twitter. Pero esta información también llega tarde. El problema ya existe y está afectando a los usuarios. Y cada vez más, esto parece no tener solución.

Hace algunos días, pasando el domingo en la casa de unos amigos, medio de reojo me topé con el proyecto de Ramiro Torres Lacroze, de 23 años de edad, estudiante de Diseño Industrial en la Universidad de Buenos Aires.

Una animación que incluía una autopista y algunos autitos atrajo mi atención. ¿Eso lo hiciste vos? Le pregunté. Ramiro me contó que se trataba de un proyecto para la materia Diseño Industrial 3, de la Cátedra Simonetti, que tenía que presentar en unos días. "Olvidate, no tiene manera de implementarse" me dijo tímidamente, como queriendo sacarme de encima.

Pero insistí en que me mostrara el proyecto cuando lo tuviese terminado, ya que me había parecido interesante, a pesar solo haber visto un par de animaciones. Días más tarde se animó a mandarme un mail con el video completo sobre Safeway, su idea de una autopista inteligente.

Desconozco totalmente la viabilidad de implementar este tipo de sistemas en las autopistas y avenidas de las grandes ciudades, pero si creo que de ideas como estas y muchas otras con las que no tomamos contacto, surgen innovaciones que ayudan a mejorar la movilidad y la seguridad vial.

Por eso es bueno darle difusión a este tipo de proyectos, quizás ayudemos a que estén un poquito más cerca de convertirse en realidad.

M.A.

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VIDEO: Safeway - Alerta Modular - Mobiliario Urbano - Ramiro Torres Lacroze

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