Texto de Leo Valente
@leonardovalente
Desde California (EEUU) - Los días en la Singularity University, acá en la base Ames de la NASA, no se caracterizan por ser de lo más normales o anodinos. La actividad de los estudiantes que estamos terminando el programa de Verano GSP 2014, un experimento académico y social consistente en meter a 80 nerds en una convivencia casi cerrada durante 70 días y llenarles la cabeza con ideas sobre tecnologías que están llegando en los próximos 20 años (para que traten de arreglar algunos de los problemas del mundo) es ciertamente una experiencia diferente.
Y, entre loquitos que en muchos casos se adentran en los terrenos del ADN y la biotecnología en general -o tratan de buscar la nueva aplicación para los Drones o las impresoras 3D-, un grupo de malandras compuestos por un chileno, un mexicano y quien les escribe decidimos meternos en algo bastante más mundano, haciéndonos la siguiente pregunta.
¿Por qué acá en el Silicon Valley te tiran los autos híbridos por la cabeza, podés alquilar un BMW eléctrico en 15 segundos desde tu celular y pagar dos mangos (en términos locales, no defaulteados) o tener un Tesla por 400 dólares por mes... cuando nosotros tenemos apenas 200 Prius en toda la Argentina? (leer primera nota)
¿La revolución verde es patrimonio exclusivo de los países ricos?
Envalentonados por algunos compañeros que algo saben de ingeniería, algún que otro profesor que dijo que un Go-Kart era demasiado poco, y mucha pero mucha lectura de Autoblog (como la lectura en voz alta del ranking de los 10 más vendidos, sabiendo modelo por modelo que todos eran tracción delantera y tenían campanitas atrás, para convencer al faculty), nos decidimos a comprar un auto barato (está la foto como primicia), a traer apuradísimos dos Hub-Motors (motores eléctricos que funcionan dentro de la rueda, obviamente importados de China), así como sus respectivos controladores, y estamos armando a contrarreloj una interfase que toma información del puerto de diagnóstico para decidir hasta qué punto andamos con ambas tracciones.
Es decir: estamos tratando de que de todo esto salga alguna magia...
Los entretelones de los dos millones de vueltas que estamos teniendo con cada una de estas cosas quedan para una futura nota. Y (¿por qué no?) para una reunión con el Festa Group (del Festa Group de Bahía Blanca no quiero ni hablar, somos muy vagos), pero el objetivo de aprovechar este generoso y enorme espacio que nos da CC es el siguiente: primero, contarle las características de lo que estamos tratando de lograr.
1. Es un producto en forma de Kit, con un valor de público en torno a los 1.500 dólares.
2. El producto permite reemplazar el sistema trasero de frenos de campana por un motor con una potencia de 10-15 caballos por rueda.
3. Los motores eléctricos están alimentados por un grupo de baterías de adquisición local, para lograr convertir a cualquier auto de esos que tanto nos gustan (Corsa, Siena, Clio Mío, o cualquier vehículo sencillo de tracción delantera popular) en un híbrido.
4. En este híbrido, el impulso eléctrico trabajará con el motor para vencer la inercia. Una vez alcanzados los 30/40 kilómetros por hora, dejará funcionando sólo al motor naftero, usando una combinación de alternador y frenado regenerativo para recargar las baterías. Para el futuro, quedarán las variantes Plug-In y otras innovaciones.
Por supuesto, esta configuración está pensada para mejorar significativamente el consumo y emisiones en el tránsito urbano: buscamos 30% menos de nafta y un tercio menos de CO2 y nos imaginamos al producto instalado en taxis, vehículos de reparto, flotas empresariales, pero también agrega algunas cosas novedosas desde su diseño, como una suerte de tracción integral, control de crucero (estamos pensando inicialmente en autos con acelerador electrónico), para mejorar el consumo rutero.
También sabemos que podemos interfasear de manera fácil con el celular, para aquellos que quieran más data, sin que tengamos que sumar costos. Pensamos en una solución pragmática.
Y posible.
Ya estamos metidos hasta el cuello en la construcción del prototipo. El lunes que viene se van a enterar de cómo nos fue. Mientras tanto, y a modo de Crowdsourcing, les pedimos a los lectores de Autoblog, con su (nuestro) tradicional estilo descarnado, que nos ayuden a mejorar, agrandar, o modificar la idea donde sea necesaria.
Los invito a pensar sin límites en esta idea y a dejar su opinión en los comentarios de acá abajo.
Un abrazo en la distancia, nos vemos bien pronto.
Leov
Socio fundador de Exponential Motor Company, junto a Christian Henriquez (Chile) y Javier Rincón (México)
PD: Si se copan en colaborar, por lo que vale una pizza ya nos pueden ayudar con los gastos acá.
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VIDEO: Presentación de Exponential Motor Company