El 10 de junio de 1945 se cambió el sentido de circulación en las calles y rutas de la Argentina. Hasta entonces, se manejaba por la mano izquierda y ese día se adoptó la derecha, como en la mayor parte del mundo.
La medida, en un principio, generó resistencias y rechazos. Algunos consideraban que el cambio no era necesario. Y que aumentarían los riesgos de choques por confusiones. Con el fin de evitarlo, se realizaron las primeras campañas sobre prevención de accidentes de tránsito en la Argentina. Por eso, en nuestro país, todos los 10 de junio se conmemora el Día de la Seguridad Vial.
Hoy, 69 años después, parece que las polémicas no cesaron. Aunque los motivos sean otros.
Con motivo del 10 de junio, la asociación civil Luchemos por la Vida difundió ayer un comunicado donde señala que, en los últimos 20 años, murieron 152.970 personas en la Argentina por siniestros viales. Esto es, “22 muertos por día, acompañados por cientos de heridos”.
Esta ONG elabora sus estadísticas en base a información publicada en medios de comunicación de todo el país y por medio de partes policiales.
Horas después, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que depende del Ministerio del Interior y Transporte, salió a refutar las cifras de Luchemos: “Carecen por completo de rigor científico”, afirmó Felipe Rodríguez Laguens, director de la ANSV.
Los comunicados de las dos entidades se reproducen a continuación.
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Comunicado de prensa de Luchemos por la Vida 152.970 muertos en los últimos 20 años.
En los 20 últimos años, en Argentina, 152.970 personas murieron en accidentes de tránsito. Un promedio que ha subido a 22 muertos por día, acompañados de cientos de heridos. Sin duda, la mayor tragedia que sufrimos todos los argentinos.
Pese a que las Naciones Unidas declararon los años 2011-2020 como el “Decenio de Acción para la Seguridad Vial” y los países integrantes se comprometieron a concretar acciones que conduzcan a disminuir significativamente los muertos y heridos en el tránsito, todavía, en Argentina, no se aprecian avances sustentables que acarreen una disminución importante del número de muertos y heridos, que necesariamente pasará por alcanzar:
- El uso permanente y generalizado de los cascos en ciclomotores, motocicletas y bicicletas.
- El uso permanente y generalizado de los cinturones de seguridad en los demás vehículos automotor.
- El cumplimiento permanente y generalizado de los límites de velocidad.
- El control permanente y generalizado del consumo de alcohol y/o drogas de los conductores.
- El otorgamiento generalizado de la prioridad a los peatones
Algunos problemas se agravan:
- Se multiplican los muertos en motocicleta o ciclomotor en todo el país, en muchos de los casos, por no usar el casco, lo que pese a su obligatoriedad, no se controla ni sanciona en la mayoría de las ciudades y pueblos del interior, ni en los alrededores de Buenos Aires.
- Desde 2007 a la fecha, se ha duplicado el uso de los celulares por parte de los conductores, y triplicado entre los peatones, según estudios de Luchemos por la Vida.
- Se promociona el uso masivo de la bicicleta en Bs. As. y otras ciudades, sin controlarse el cumplimiento de las más elementales normas de seguridad para los ciclistas, como el uso del casco, y sin proveerse una infraestructura adecuada de seguridad.
Todas las autoridades nacionales, provinciales y municipales deben asumir su grave responsabilidad en el tema, que en muchos casos parecen ignorar.
Y cada uno de los habitantes tenemos que asumir con responsabilidad y urgencia los cambios personales de conducta en la vía pública para cuidar nuestra vida y las de los demás.
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Comunicado de prensa de la Agencia Nacional de Seguridad Vial Sobre la publicación de estadísticas de seguridad vial
En relación a las cifras publicadas hoy por una asociación civil sobre seguridad vial, la Agencia Nacional de Seguridad Vial –organismo dependiente del Ministerio del Interior y Transporte- informa que carecen de rigor científico y metodológico.
En ese sentido, el director ejecutivo de la ANSV, Felipe Rodríguez Laguens, afirmó “la cifra aportada por una asociación civil de 152.970 fallecidos en hechos de tránsito en los últimos 20 años sirve para alertar a la sociedad, sin embargo carecen por completo de rigor científico”.
Luego, el funcionario destacó: “Hay que ser serios con este tema y tener presente que con el morbo no se educa. Por eso, siempre destacamos el trabajo en concientización que desarrollan numerosas ONGS desestimando a aquellas asociaciones civiles que lucran con esta problemática”. Luego, el funcionario subrayó “exagerar o reducir intencionalmente este tipo de datos no contribuye al abordaje adecuado sino que representa una falta de respeto para con las víctimas pasadas y las que podrían evitarse trabajando la información en forma seria como recurso y no como un producto morboso”.
A partir del año 2008, con la creación de la ANSV y asumir la problemática como política de Estado, nuestro país alcanzó una disminución del 50% de las víctimas fatales cada 10.000 vehículos registrados. Este dato fue reconocido internacionalmente por la Organización Mundial de la Salud. Al respecto, Rodríguez Laguens sostuvo “esto quiere decir que se lograron salvar cerca de 6.000 vidas, representando la sustentabilidad de las políticas de seguridad vial en las que debemos continuar trabajando”.
Las cifras oficiales sobre seguridad vial son obtenidas por el Observatorio Vial, un área de la ANSV que recopila y analiza información real y certera que produce conocimiento esencial para la toma de decisiones estratégicas. En el año 2010, la Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en integrarse al IRTAD (International Road Traffic Accident Database), un grupo de estudio y repositorio de información que pertenece al Foro Internacional de Transporte.
Esta inclusión ha implicado la adopción de metodología internacional en la recopilación de información, procesamiento y análisis. Estas etapas son auditadas regularmente por el IRTAD con resultados satisfactorios permitiendo a Argentina integrar ese grupo de élite en materia de información en Seguridad Vial.
Desde el año 2008 la información es provista por cada una de las fuerzas de seguridad del país y los organismos correspondientes de las provincias. Con la integración a este grupo de trabajo cada siniestro es registrado en forma individual por medio de un formulario único de revelamiento y es enviado al Observatorio para su procesamiento y análisis, con la incorporación de procesos de control y auditoria.
No se trata de una muestra parcializada, sino de un registro nacional, del que participan todas las provincias y que es controlado para garantizar la calidad de los datos, en el cumplimiento de los estándares internacionales, del Ministerio de Salud de la Nación, con los registros del OCCOVI y los concesionarios viales así como también de la Superintendencia de Seguros. Este esfuerzo no menor tiene asidero en nuestro pleno convencimiento que la única forma de tomar decisiones correctas es contar con más y mejor información oportuna y pertinente.
Las estadísticas que publica la asociación civil como indica en sus informes, representa una “proyección que sigue un criterio generalizado” y “corregido por índices internacionales a fin de permitir una apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad” por lo que se trata de una estimación y no un dato certero.