El Smart ForTwo, el pequeño citycar de Mercedes-Benz, es el proyecto automotor menos rentable de los tiempos modernos y el que más dinero en pérdidas lleva acumulado, de acuerdo con la consultora multinacional BersteinResearch.
El análisis señala que, “aunque las pérdidas catastróficas son una rareza en la industria automotriz”, creyeron necesario “indagar acerca de los mayores errores financieros de los años recientes”.
Según la consultora, todos los casos de vehículos que generaron grandes pérdidas tienen un patrón en común: una gran inversión en tecnologías rupturistas, lo cual demanda una enorme inversión, y una respuesta del mercado muy por debajo de las estimaciones del fabricante. Se trata, en general, de autos de nicho.
Sin embargo, que sean fracasos financieros no necesariamente convierte a estos autos en “malditos”, profundiza el análisis: “Muchos de ellos representan buques de insignia tecnológicos que las marcas buscan ostentar para marcar diferencia frente a sus competidores y aumentar el prestigio de la compañía, como símbolos de innovación”.
El Smart es un buen ejemplo de esto. Mercedes-Benz se hizo cargo del proyecto iniciado por el fundador de la relojera suiza Swatch, Nicholas Hayeck, y lo convirtió en un verdadero desafío tecnológico a precio accesible. El Smart estrenó una nueva plataforma, un nuevo motor de tres cilindros y una nueva planta exclusiva en Hambach, cerca de la frontera entre Francia y Alemania.
BersteinResearch estimó que Mercedes-Benz invirtió 3.570 millones de euros en producir un auto que luego debió comercializar a un precio más bajo de lo estimado inicialmente. Además, sus pronósticos de ventas fallaron por casi un 40%.
El Fiat Stilo, el Renault Laguna, el Peugeot 1007 y el Jaguar X-Type son, por el contrario, casos de autos que simplemente fallaron en sus expectativas de ventas, por un promedio del 88% (en el caso del Fiat) y el 74% (Peugeot y Jaguar).
La Bugatti Veyron y el Volkswagen Phaeton también figuran en los primeros puestos de la lista, pero en este caso se trata de decisions estratégicas del directorio del Grupo VW: el desafío fue mostrarle a la competencia la capacidad de desarrollo e innovación del gigante alemán, aunque a un costo muy elevado.
Tanto la Veyron como el Phaeton contaron con el respaldo directo por el poderoso presidente del grupo, Ferdinand Piech, quien estableció que deberían lanzarse al mercado sin importar el resultado financiero.
La Bugatti Veyron es un verdadero “tour de force” tecnológico, que a pesar de su precio de venta promedio de un millón de euros, no puede evitar generar pérdidas a la compañía por un promedio de 4,63 millones de euros por cada unidad fabricada. Es decir, los clientes terminan pagando menos de la cuarta parte de lo que realmente cuesta fabricar el auto. Una verdadera ganga.
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PÉRDIDAS POR UNIDAD
Bugatti Veyron (2005-2013): 4.628.490 euros de pérdida por unidad
Volkswagen Phaeton (2001-2013): 28.167 euros
Renault Vel Satis (2001-2009): 18.755 euros
Peugeot 1007 (2004-2009): 15.416 euros
Audi A2 (2000 – 2005): 7.549 euros
Jaguar X-type (2001 – 2009): 4.697 euros
Smart Fortwo (1997-2006): 4.479 euros
Renault Laguna (2006 – 2012): 3.555 euros
Fiat Stilo (2001-2009): 2.735 euros
Mercedes Clase A (1997-2004): 1.445 euros
Fuente: Autocar
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