Pocos saben que se llama Francisco y hay escasas certezas acerca de su título nobiliario. Pero este playboy brasileño entrado en años, conocido como Conde Chiquinho Scarpa, anunció esta semana que enterrará su Bentley Continental Flying Spur en el jardín de su casa de San Pablo.

“Decidí hacer como los faraones: esta semana voy a enterrar mi auto favorito, el Bentley, aquí en el jardín de mi casa. Voy a enterrar mi tesoro en mi palacio”, anunció Scarpa en su muro de Facebook.

Scarpa forma parte de una familia de industriales y miembros de la alta sociedad brasileña. En la Argentina, el más conocido es su primo Gilberto, famoso por organizar las fiestas de Año Nuevo más comentadas de Punta del Este. Fue una celebridad de cabotaje para la prensa local, hasta que perdió buena parte de su fortuna en errados manejos empresariales.

El Bentley de Chiquinho está valuado en Brasil en 650 mil dólares y Chiquinho publicó una foto del auto junto a una fosa cavada en el jardín de su casa. Ante quienes cuestionaron el capricho como un derroche de dinero, el playboy se justificó diciendo que realiza donaciones frecuentes a 63 instituciones de caridad.

El entierro de su Bentley no significa que Chiquinho de ahora en más se dedique a “pegar carona”. En su garage todavía tiene una Maserati Quattroporte.

Un conde brasileño anunció el entierro de su Bentley
El Bentley de Scarpa está valuado en 650 mil dólares.

Un conde brasileño anunció el entierro de su Bentley
Scarpa también tiene una Maserati Quattroporte en su garage.

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ACTUALIZACIÓN Una genial campaña para promover la donación de órganos

Finalmente, hoy viernes 20 de septiembre, llegó el día indicado para el entierro. Ciquinho Scarpa invitó a la prensa a presenciar la sepultura de su Bentley. Y, cuando el auto ya estaba enfilando hacia la fosa, se supo la verdad: fue toda una movida de prensa para promover la donación de órganos en Brasil.

"No donar los órganos es mucho más absurdo que enterrar un Bentley de un millon de reales", declaró Scarpa en una genial alegoría.

Al final, Chiquinho no era tan tonto como parecía.

Un conde brasileño anunció el entierro de su Bentley

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