Mañana, sábado 5 de enero, Autoblog.com.ar cumplirá siete años de vida. Recorriendo el archivo del sitio parece mucho tiempo, pero sigue siendo muy poco en mi vida profesional.

Empecé a trabajar como periodista en noviembre de 1990. Tenía 17 años, todavía estaba en el colegio secundario y Rubén Daray me dio la oportunidad de mi vida al ofrecerme la producción periodística del programa A Todo Motor (en aquél entonces, por VCC).

Fue un trato justo: trabajaba sólo cuatro horas, después de la escuela. Durante dos días de la semana me dedicaba a escribir el guión de las notas de ATM. Y, durante los otros tres, era el cadete que cobraba facturas, pagaba impuestos, preparaba café y hacía miles de trámites.

Fueron cuatro años muy movidos en ATM y éramos sólo tres personas en la cocina: Daray, Oscar Tuma y yo.

En ese tiempo empezamos a filmar las primeras pruebas de autos para televisión. Se fundó la categoría Standard Histórico. Se grabaron programas incunables, con entrevistas larguísimas a Juan Manuel Fangio y Oscar Alfredo Gálvez. Produjimos el mejor homenaje que hiciera la televisión argentina tras la muerte de Ayrton Senna. Y tramitamos los derechos para mostrar categorías casi desconocidas por el público argentino, como DTM, IMSA, BTCC y -mi favorita- Rallycross.

En esos años también se comenzó a trabajar en el proyecto de la revista ATM.

En ese interín, y a modo de prueba, a comienzos de 1993 se forjó una alianza con la Revista Corsa, para publicar en papel los tests que también se hacían para la televisión.

Y allí publiqué mis primeras notas para la prensa gráfica, antecesoras de las actuales críticas de Autoblog. El acuerdo era así: yo me encargaba de escribir la nota central, con todos los detalles técnicos, y Daray completaba el informe con un recuadro sobre su experiencia de manejo.

Hoy, a la distancia, rescato la generosidad profesional de Rubén al confiarme esa tarea. ¡Yo tenía sólo 19 años! (y nunca olvidaré el día en que me confió las llaves de una Honda NSX, para llevarla desde Acassuso hasta Vicente López).

Hace unos días, Gustavo López me escribió para mostrarme una sorpresa: en su genial sitio Test del Ayer comenzó a publicar algunas de esas críticas firmadas por mí.

Acá están los links para ver dos de ellas:

* Honda Civic 1.6 VTi (1993): Con alma de Superbike

* Ford F-100 XLT (1993): Más carga, más todo

Los lectores más benévolos sabrán disculpar el exceso de barroquismo de algunos párrafos, perpetrados por un novato periodista imberbe.

Ese mismo que -ya por aquel entonces- había descubierto con sorpresa que, su pasión desde chico por escribir y por los autos, podían combinarse muy bien para llenar el changuito a fin de mes.

C.C.

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