Texto: Carlos Alfredo Pereyra
Fotos: Freddycam / DPB
La fiesta del Rally Mundial de Argentina comenzó otra vez en Buenos Aires, para deleite del escéptico -según los cordobeses- público porteño.
Aquí no hay sierras, burros, ni chivitos. No corre sin control el ferné ni los cuentos hilarantes para matizar la espera del tramo cronometrado (hará frío este año en la montaña).
Pero, sin dudas, el show que Citroën brindó ayer frente ala Facultad de Derecho, se ha consagrado como un clásico muy esperado por miles de espectadores que lo siguen desde el mismísimo lugar, y por otros que lo siguen en directo por TV en todo el país.
Todo eso a pesar de oírse muy presentes los bocinazos de queja provenientes del tránsito que se desviaba en las cercanías.
El día fue espectacular, la temperatura era agradable, el espacio generoso, y el show, por supuesto que estaba asegurado.
La fórmula de este año: Citroën, ocho veces campeón del mundo de rally trayendo a su consagrado modelo DS3 WRC, y al increíble multicampeón Sébastien Loeb con el número 1, buscando su victoria número 70 en su historial personal.
Lo acompañaron sus coequipers Mirko Hirvonen, número 2, y Thierry Neuville, número 8, quienes se encargarían de acelerar al máximo sobre un tramo de la avenida Figueroa Alcorta.
Fue nada más llegar a la zona y apurar el paso cuando escuchamos el sonido del auto de Hirvonen entrenando y entusiasmando a los primeros que estaban instaladísimos en el lugar.
A contraluz, deprisa, y al bulto… y así salieron las primeras fotos. ¡Esto empezaba bien!
Luego del preshow, comenzando con la entrega de un C4 fabricado por Citroën Argentina para la Escuela Técnica Raggio, como material didáctico. En simultáneo se subastaba on line el casco que usa Loeb con fines benéficos para la institución Un Techo para mí País.
Algunos famosos se hicieron ver entre los invitados VIP. La entretenida conducción del evento fue por parte de Raúl Barceló y la siempre elegante Andrea Frigerio.
El público llenó con rapidez cada hueco disponible alrededor de la pista porteña del WRC, las escalinatas de la Facultad, y el clásico puente sobre la avenida.
Y salieron los pilotos Citroën con sus navegantes habituales.
Fiesta + gritos + ovaciones cuando volaban los DS3 despegando de la rampa. Olor a goma quemada y una densa humareda proveniente de los trompos y derrapes. El rally ya estaba de regreso en la Argentina.
Todo ahí, a escasos metros y en Buenos Aires. Y se ofrecía a la vista de los porteños, que lo registraron con el teléfono, la tablet, o con lo que se tuviera a mano.
En un breve descanso, se lucieron desfilando los nuevos DS4 y los exitosos DS3 de calle. Enseguida, se realizó una parada de clásicos de la marca, encabezados por los Traction Avant y muchos, muchos 3CV.
Y a continuación llegó el turno de los invitados para ocupar la butaca derecha del DS3 WRC. Otra vez la adrenalina a tope, y seguían los aplausos.
El Citroën Road Show dejó satisfechos a todos. Fue breve. Corrió un equipo solo. Y, como siempre, ganó Loeb. Pero no ganó puntos, sino muchos, muchos y merecidos aplausos del público que lo idolatra.
Para muchos, será cuestión de esperar un año más para poder ver a un WRC en vivo.
Para tantos otros, todavía hay tiempo de viajar a Córdoba.
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VIDEO: Citroën Road Show 2012