El debut del TC2000 en el circuito callejero de Buenos Aires no pudo ser más espectacular. Casi medio millón de personas presenciaron durante el fin de semana la competencia disputada entre el Obelisco y la Plaza de Mayo.
El triunfo en la final fue para el Toyota Corolla de Mariano Werner, que se sobrepuso a una carrera marcada por los numerosos cambios en la punta y abandonos por desperfectos mecánicos.
El asfalto irregular de las calles porteñas –muy lejos de la perfección del pavimento de algunos circuitos que visita la categoría- provocaron quejas de pilotos y equipos a lo largo de todo el fin de semana.
Con verdaderos saltos a la altura del Teatro Colón y ondulaciones en los tramos más veloces, los autos sufrieron vibraciones y desgastes que no habían sido calculado por los organizadores.
Esto, combinado con los todavía nuevos conjuntos de motores V8 y cajas secuenciales importados de Inglaterra, provocó desperfectos técnicos y numerosos abandonos.
Christian Ledesma (Chevrolet) había partido desde la pole, pero a los pocos metros se aflojó una manguera de la transmisión y debió ingresar a boxes.
Matías Rossi (Toyota) sufrió un principio de incendio en el ingreso a Diagonal Norte. Otro que tuvo problemas de temperatura fue Leonel Pernía (Renault).
Facundo Ardusso, José María López y Agustín Canapino también padecieron problemas con las cajas de cambios, que desde esta temporada incorporaron un sofisticado mecanismo de comandos en el volante, aún con problemas de confiabilidad.
La sucesión de desperfectos y abandonos dejaron en la punta a un oportuno Mariano Werner, que así pasó a la historia al ser el primer ganador en el callejero porteño.