Por fin, José Froilán González tuvo un homenaje de parte del público argentino a la altura de su figura. Cuarenta Ferrari –un par de Maserati y unos cuántos Cinquecento- corrieron el sábado en el Autódromo de Buenos Aires durante el Ferrari Track Day que celebró los 60 años del primer triunfo del Gran Pepe y del Cavallino Rampante en la Fórmula 1.
A pesar de que debe cuidar mucho su salud, Froilán disfrutó este merecido homenaje con una sonrisa permanente en su rostro, muy bien acompañado por su fiel Helenita, y giró en el circuito porteño primero al volante de un Fiat 500 y luego con la Maserati 4CLT/48, con la que debutó internacionalmente en la categoría máxima, durante el Gran Premio de Mónaco de 1950.
En todo momento, Froilán recibió con paciencia el cariño casi asfixiante de ex pilotos, fanáticos, grandes y chicos que se acercaron a saludarlo. Siempre con una sonrisa y con ese campechano gesto de sorpresa de quien todavía se emociona de manera sincera cuando recuerda que le dio el triunfo más importante a Ferrari, que fue subcampeón de Fórmula 1 y que fue el único argentino en ganar las 24 Horas de Le Mans.
El agasajo al Gran Pepe fue la excusa perfecta para concretar la mayor reunión de autos Ferrari en la historia Argentina. En el Gálvez se presentaron casi 40 unidades de Maranello, entre las que sobresalieron una Enzo, una F50, una F40, una 365 Daytona Spyder, dos Testarossa, tres 599 GTB Fiorano y una 430 Scuderia.
La fiesta fue organizada por el Ferrari Club Argentino y las autoridades del autódromo porteño, y contó con el apoyo de Shell Helix, Fiat Auto Argentina y Pirelli. La entrada general fue gratuita y los organizadores tan sólo pidieron la donación de alimentos no perecederos y útiles escolares.
Tal vez la única nota baja del evento fue la escasa presencia de público, en buena medida a causa de la escasa difusión previa que tuvo el homenaje. Se acreditaron más de 60 medios de prensa, pero pocos dedicaron espacio en los días previos para anunciar una fiesta que será difícil de repetir.
Entre las figuras presentes estuvieron Miguel Angel Guerra, Osvaldo “Cocho” López y su hijo Juan Manuel. Cochito es hoy el único piloto argentino compitiendo con una Ferrari (ver nota).
Juan María Traverso participó de la organización de la fiesta, pero el constante cambio de fechas en el homenaje a Froilán quiso que coincidiera justo con la celebración de sus 40 años en el automovilismo que organizó el sábado la Municipalidad de Ramallo.
También estuvo Luis Pérez Companc, piloto de rally, de Gran Turismo e integrante de la familia propietaria de la mayor colección de Ferrari en la Argentina.
Hasta hubo espacio para el arte. El pintor Jorge Ferreyra Basso exhibió una serie de obras en homenaje a Froilán, mientras que el coleccionista Jorge Gómez corrió en pista con una F430 adornada con el último agregado de sus ya famosos capots intervenidos: la clásica imagen de Ernesto Ché Guevara, con un toque pop y la leyenda “Hasta la victoria, siempre”, firmada por la artista Daniela Boo.
A la hora de las entrevistas, y en diálogo con Autoblog, Froilán sorprendió con una primicia: el mes que viene, tras el Gran Premio de Brasil, llegará a Buenos Aires el titular de los derechos de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, para negociar el regreso de la categoría máxima a la Argentina. Todavía faltan muchos detalles por ajustar –“en especial la plata, si queremos tener un circuito en condiciones”, dijo Pepe-, pero la idea es concretar el regreso de aquí a dos o tres años.
Así es Froilán: a los 89 años, todavía está cargado de proyectos.
Fotos: Luciano Cianni, Lucas López y Mach5.