Texto e ilustraciones de Luciano Cianni *
El Citroen DS3 es parte de una familia de vehículos donde la marca francesa busca hacer una renovación profunda de su imagen. Con el festejo de sus 90 años en el mercado, Citroën comenzó un cambio muy fuerte en su imagen institucional, así como también su identidad visual, desde su logotipo hasta sus estrategias de comercialización, todo bajo el marco de su nuevo slogan: "Créative Technologie".
Cambiar algo para que nada cambie. Citroën entonces decidió volver a sus orígenes, volver a ser una marca relacionada con la vanguardia en innovación y diseño.
Y qué mejor que rescatar su obra cumbre: el Citroën DS (1955), llamado Tiburón por algunos o Sapo por otros, uno de los autos más relevantes de la historia. Diseñado por Flaminio Bertoni, el DS fue un auto revolucionario desde muchos puntos de vista, innovaciones tecnológicas y estilísticas. Como sus siglas lo indican: un auto con un espíritu diferente (Diferent Spirit).
Convencidos de que era mucho para un solo vehiculo cargar con tanta historia y expectativa, decidieron disipar dicha presión en una saga de vehículos: DS3, DS4 y DS5 son los primeros modelos proyectados.
Para ello contaron con una estrategia de marketing: crear una marca dentro de otra marca, martingala que les permitiría posicionarse como una nueva firma premium y despegarse de su mote de generalista.
Teniendo el terreno preparado, le encargaron el proyecto al diseñador británico Mark Lloyd y como resultado nació el Citroën DS Inside (2009), un auto joven y audaz del segmento B, con líneas muy fluidas y muchos guiños al DS original.
Solo un año más tarde: el milagro, un auto de producción idéntico al concept-car, una jugada arriesgada que hasta hoy, a juzgar por sus ventas en Europa, la gente supo digerir con rapidez.
Diseño
Aspirante al segmento B "premium", posee una arquitectura hatchback basada en la plataforma de los Peugeot 207 y Citroën C3 Picasso, una volumetría que en fotos parece por demás inflada, pero en vivo está muy bien disimulada con los cortes rectos del techo flotante, que rompe con tanta línea orgánica.
El frontal posee un trabajo de diseño muy minucioso, donde se destacan las dos pseudo tomas de aire que forman la cuna para las tiras de leds, que lo hacen muy agresivo.
La parte posterior no refleja tanto entusiasmo en el diseño: la ausencia de líneas lo hace ver algo gordo y pesado.
Entre los puntos más relevantes de contacto con el DS original podemos destacar:
-
La "aleta de tiburón" del parante B en DS3, otrora en el parante C del DS.
-
Su techo flotante de distintos colores, quizás uno de los puntos mas fuertes del DS3, ya que en él recae su principal esquema de personalización (colores y texturas). También es importante destacar al DS como fuente de inspiración de dicho recurso de diseño y no al Mini, en contra de lo que muchos suponen. Recordemos que incluso el Mini Cooper original es posterior al DS.
-
El uso abundante de piezas cromadas, baguetas y hasta su parrilla trapezoidal invertida, muy similares entre sí.
-
El habitáculo bien diferenciado del resto del auto, utilizando recursos gráficos (líneas) y volumétricos así como también diferentes colores y texturas.
-
Lejos de quedar en la historia como un auto que marcó un antes y un después, el DS3 es un vehiculo donde el valor agregado está en la personalización y sus múltiples personalidades: desde combinaciones sofisticadas para clientes chic a mezclas extravagantes. Viene a mi mente la publicidad del viaje en bondi, la minita hermosa y el flaco diciendo: "Mirame, mirame, mirame..."
- Cursos de Ilustración Vehicular (manual y digital)
www.lucianocianni.com.ar/cursos.html
ciannidesign@gmail.com
Tel: 4747-3737 / 15-4418-5413