Un hombre que se propuso darle tres identidades tan individuales como complementarias a una marca con una historia tan vanguardista como Citroën no debe tener un trabajo sencillo.
Sin embargo, Thierry Metroz, director de Diseño de la marca francesa, parece un hombre relajado y contento con su tarea. Así lo encontramos en el Salón de París, donde le robamos algunos minutos de su tiempo para charlar sobre el nuevo Citroën Lacoste concept y sobre la línea DS, que pronto llegará a la Argentina.
Metroz tuvo hace un par de años la idea de crear la línea DS, con la que Citroën intenta despegarse un poco de su imagen de marca generalista para intentar competir contra algunas firmas del segmento premium. El DS3 fue el primer caso y en París debutó el DS4. Los dos llegarán a la Argentina, comenzando con el DS3 a partir de marzo del año que viene.
Pero Metroz no se quedó conforme con esa jugada y en París presentó el Lacoste, un concept que inaugura una tercera línea de diseño: no es un Citroën tradicional y no es un Citroën premium, es un Citroën “simple”.
-¿Cómo definiría la propuesta del Lacoste?
-No es un concept más de Citroën, es un auto que anticipa una nueva línea de diseño dentro de la marca, donde apostamos a crear autos más simples y sencillos, donde se recupere la importancia de lo esencial.
-La simpleza que usted menciona suele estar asociada a los autos baratos. ¿El Lacoste es un anticipo del futuro low-cost de Citroën?
-No, el Citroën Lacoste no es low-cost. Es una filosofía que no tiene nada que ver con el precio. La simpleza que proponemos está más asociada con la libertad y con el espíritu de viajar ligero, sin cargas ni ataduras superfluas.
-¿Con qué auto del mercado compararía la propuesta del Lacoste?
-No hay ninguna marca explorando esta idea en este momento. El Lacoste sí lo podría comparar con un iPhone, un producto que hace alarde de la simpleza en la innovación.
-En pocos meses más llegará a la Argentina la nueva línea DS. ¿Cuál es el perfil del usuario de esta gama de modelos de Citroën?
-La línea DS está dirigida a personas a quienes les gusta remarcar su individualismo. El auto que manejan no es cualquier auto. Es “mí auto”. Por eso les ofrecemos un vehículo con un alto grado de personalización para que puedan expresar su gusto, diseñarlo y adaptarlo a su forma de ser. En los pocos meses que el DS3 lleva en las calles de Francia se desarrolló un sentido de pertenencia y comunidad muy grande entre los propietarios. Los propietarios se saludan entre sí y se hacen luces, como si sintieran que pertenecen a una misma familia.
-¿Las propuestas del Lacoste y la línea DS son esfuerzos de Citroën para diferenciarse cada vez más de su hermana Peugeot?
-Con Peugeot nos unen lazos inquebrantables, pero hace tiempo que decidimos seguir caminos distintos, para ofrecer propuestas diferentes a los consumidores. Hoy la filosofía de diseño de Peugeot es más monolítica, todos sus autos apuntan en una misma dirección, mientras que Citroén apuesta a explorar diferentes caminos al mismo tiempo.
-Antes de fin de año usted viajará a la Argentina para participar del concurso de diseño Creative Technologie lanzado por la filial local de Citroën. ¿Por qué cree que en un país donde no existen estudios de diseño de autos hay tantos entusiastas del diseño?
-Es cierto lo que dice, pero no tengo una explicación concreta. Creo que es una simple cuestión de pasión.