El único BMW de calle con motor central de la historia era más italiano que alemán. Nació para robarle mercado al Porsche 911 y para ello BMW pidió la colaboración de Giugiaro –que diseñó su soberbia carrocería- y de Lamborghini, que puso a punto el chasis y el motor seis cilindros de 277 caballos.
Sin embargo, su precio de venta al público fue exorbitante (casi el doble que un 911) y esa fue su sentencia de muerte. Entre 1978 y 1981 se fabricaron apenas 456 unidades.
Ni siquiera ayudó el campeonato ProCar de 1979 y 1980, una peleadísima copa monomarca que corrieron antes de cada Grand Prix los pilotos de Fórmula 1 de la época. Sin molestas órdenes de equipo, Carlos Reutemann brilló en esta categoría, donde logró un triunfo y dos podios.
El único M1 existente en la Argentina pertenece al ex corredor, coleccionista e importador Jorge Cupeiro. Está pintado con los llamativos colores de BMW Motorsport y acusa apenas 30 mil kilómetros.
Este ejemplar de 1980 ahora fue puesto en venta. Cupeiro pide por él 199 mil euros. El auto se encuentra en condición inmaculada y fue expuesto en Autoclásica 2005.
Ojalá se quede en el país. O al menos en la región. Según informó la revista BMW Group en su última edición, apenas dos M1 llegaron a América Latina. El otro está en Colombia, pertenece al coleccionista Camilo Sáenz y no se vende.
(Gracias a AJ por el dato)